Lejos del arte
Invertir no es un arte. Quien lo tilde de arte, es muy probablemente, porque al ignorar los conceptos más básicos de inversión, prefiere dejar librado al azar el destino de sus finanzas.
Saber más que suponer
Invertir es una técnica que hace intenso uso de las matemáticas, la probabilidad y la estadística como así también de la interpretación de información geopolítica, macro y microeconómica para determinar probabilidades de tendencias.
Dominar esa serie de herramientas y técnicas es complicado y lleva muchísimos años. No obstante, es plausible.
El mayor desafío
Muchos creen, ingenuamente, que invertir consiste en ser capaz de aprender un «algoritmo» que permita tomar decisiones de compra y venta de activos. Comprar dos monitores, saber hacer análisis técnico para interpretar los gráficos y ya puede prepararse para ver el dinero fluir.
La realidad es un poco menos romántica.
Invertir de verdad, con dinero propio (ni hablar con dinero ajeno) implica un grado de control emocional sin precedentes.
La gran mayoría de los inversores novatos compran cuando los precios están altos y venden cuando están baratos porque se asustan doblemente.
Se asustan de perderse una oportunidad cuando está subiendo (FoMo) y se asustan de perder dinero cuando está bajando.
Al cabo de pocos meses (o días) muchos de estos inversores novatos desisten y dicen «invertir no es para mí» o aún peor, redoblan la «apuesta» pensando que están en un casino.
Un gestor profesional de inversiones
Es ahí donde el rol de un gestor de inversiones comienza a valorarse en su justa medida.
A continuación enumeramos las ventajas de contar con un profesional gestionando nuestro dinero, especialmente para aquellos que desean optimizar su estrategia financiera sin asumir toda la carga del análisis y la toma de decisiones por sí mismos.
Algunas de estas ventajas son:
- Expertise y Conocimiento Especializado: Un gestor de inversiones cuenta con formación y experiencia en mercados financieros. Esto les permite identificar oportunidades de inversión, evaluar riesgos y tomar decisiones informadas basadas en análisis profundo y datos actualizados.
- Ahorro de Tiempo y Esfuerzo: Gestionar una cartera de inversiones requiere tiempo y atención constante. Un gestor se encarga de monitorear los mercados, realizar ajustes necesarios en la cartera y mantenerse al tanto de cualquier cambio relevante, lo que libera tu tiempo para concentrarte en otras áreas de tu vida.
- Estrategias Personalizadas: Un buen gestor de inversiones personaliza tu cartera según tus metas financieras, tolerancia al riesgo y horizonte temporal. Esto asegura que tu estrategia de inversión esté alineada con tus objetivos específicos, maximizando el potencial de rendimiento.
- Diversificación Eficiente: Un gestor experto tiene la capacidad de diversificar tu cartera de manera óptima, distribuyendo el riesgo entre diferentes activos y sectores. Esto reduce la volatilidad y protege tu inversión en diferentes condiciones de mercado.
- Acceso a Recursos y Oportunidades Exclusivas: Los gestores de inversiones a menudo tienen acceso a recursos, análisis y oportunidades de inversión que no están disponibles para el inversor promedio. Esto puede incluir fondos exclusivos, investigaciones de mercado avanzadas y relaciones con expertos del sector.
- Disciplina y Control Emocional: La inversión puede ser emocionalmente desafiante, especialmente en tiempos de volatilidad del mercado. Un gestor de inversiones actúa con disciplina, evitando decisiones impulsivas basadas en emociones, y se adhiere a una estrategia bien definida.
- Asesoramiento Continuo y Educación: Además de gestionar tus inversiones, un gestor puede ofrecer asesoramiento continuo sobre tu situación financiera general. También te ayuda a entender mejor los mercados y la planificación financiera, contribuyendo a tu educación financiera a largo plazo.
- Manejo de Impuestos: Los gestores de inversiones pueden optimizar tu cartera teniendo en cuenta la eficiencia fiscal, lo que significa que pueden ayudarte a minimizar la carga tributaria asociada con tus inversiones, maximizando tu rentabilidad neta.
Contar con un gestor de inversiones puede ser una excelente decisión para aquellos que buscan maximizar su rendimiento, gestionar riesgos de manera efectiva y lograr sus metas financieras con un enfoque profesional y personalizado.