En las sociedades occidentales modernas, la idea predominante es que la libertad individual es clave para maximizar el bienestar.
Según este “dogma oficial”, cuanto más libres somos, más felices seremos. Y para ser verdaderamente libres, necesitamos tener más opciones. Sin embargo, ¿qué pasa cuando el exceso de opciones se convierte en una carga en lugar de un beneficio? Este es el núcleo de lo que Barry Schwartz denominó “la paradoja de la elección”.
El Mito de la Libertad de Elección Ilimitada
La premisa básica detrás del concepto es que más opciones nos hacen más libres, y que esta libertad conduce a una mayor satisfacción. Pero Schwartz nos invita a cuestionar esta idea, argumentando que un exceso de opciones puede llevar a la parálisis y a una disminución de la satisfacción. En lugar de sentirnos más libres, nos sentimos abrumados.
Ejemplos de la Sobrecarga de Elección
Para ilustrar esta paradoja, Schwartz comparte ejemplos cotidianos:
- El supermercado: Un pasillo repleto de 175 tipos de aderezos para ensalada puede parecer un lujo, pero elegir uno puede convertirse en una tarea abrumadora.
- Electrónica de consumo: Una sola tienda puede ofrecer millones de combinaciones posibles de sistemas de audio, complicando enormemente la toma de decisiones.
- Teléfonos móviles: Existen literalmente decenas de miles de opciones para elegir, ya sea con Android OS, iOS, Harmony Os y tantos otros.
La Parálisis por Elección
Uno de los efectos más perjudiciales de tener demasiadas opciones es la parálisis. Schwartz cita estudios que demuestran cómo el aumento en las alternativas reduce la probabilidad de tomar decisiones. Por ejemplo, cuando se ofrecen demasiados fondos de inversión para planes de jubilación, la participación disminuye significativamente. ¿Por qué? Porque elegir resulta demasiado complicado, por lo que muchas personas optan por no hacer nada.
El Efecto en la Satisfacción
Incluso si logramos tomar una decisión, el exceso de opciones reduce nuestra satisfacción por varias razones:
- Arrepentimiento: Con tantas alternativas, siempre existe la sensación de que podríamos haber elegido mejor.
- Costos de oportunidad: Elegir una opción significa renunciar a todas las demás, lo que puede generar insatisfacción al reflexionar sobre lo que no escogimos.
- Expectativas elevadas: Cuantas más opciones tenemos, más altas son nuestras expectativas. Esto puede hacer que incluso una buena elección se sienta decepcionante.
Un Problema de las Sociedades Modernas
La paradoja de la elección no afecta a todas las sociedades de la misma manera. En las naciones más ricas, donde las opciones son casi ilimitadas, este fenómeno se manifiesta con fuerza. En contraste, en regiones donde las personas tienen opciones limitadas, el problema radica en la falta de alternativas, no en su exceso.
Una app de Citas
A primera vista, poder ligar usando un teléfono móvil debería ser una bendición, especialmente para aquellos más tímidos o introvertidos. No obstante, contar con opciones virtualmente infinitas podría no ser exactamente deseable.
Tinder colabora a que ese fenómeno se potencie. Como el esfuerzo de ligar es bajo, se amplía el número de opciones y se achica el compromiso.
Perseguir «la pareja perfecta» es utópico y por lo tanto todo lleva a repetir el uso de Tinder para buscar más y más. Que es, en definitiva, el objetivo de negocios de Tinder y cualquier otra app de citas.
Cualquier opción, por más extraordinaria que sea, nos dejará con un sabor agridulce, sabiendo que hay muchos más peces en el mar y que, potencialmente, podría haber uno mejor que no conocimos.
Un infierno moderno.
El Impacto Psicológico
Schwartz argumenta que el aumento de las expectativas y el sentimiento de responsabilidad personal por las decisiones contribuyen a un incremento de la depresión clínica en las sociedades industrializadas. Cuando las decisiones no cumplen nuestras expectativas, tendemos a culparnos, lo que agrava el malestar emocional.
¿La Solución? Menos Opciones
La solución no es eliminar la libertad ni volver a un estado de opciones mínimas, sino encontrar un equilibrio. Como Schwartz dice, todos necesitamos un “pecera metafórica”: un entorno donde nuestras opciones sean limitadas pero manejables.
Menos es más
La paradoja de la elección nos enseña que, aunque la libertad y las opciones son fundamentales, más no siempre significa mejor. Para ser realmente felices, debemos aprender a simplificar nuestras decisiones, reducir nuestras expectativas y enfocarnos en lo que realmente importa.